Los vecinos del complejo El Molino están cansados de reclamarle a la empresa que les vendió los terrenos por los servicios básicos con los que deberían contar cada uno.
Allá por el 2012 comenzó la venta de terrenos en el Complejo El Molino, de diferentes precios y superficie el proyecto de urbanización en la Ruta 188 km 69 iba contar con estructura suficiente para que cada uno pueda llevar a cabo su proyecto, agua potable, cloacas, luz, gas, alumbrado público, forestación y sin expensas.
La venta fue buena y varios de esos terrenos ya tienen dueños y muchos de ellos casas en construcción y para otros ya una vivienda permanente, pero de todo lo prometido poco se cumplió.
No hay cloacas, no hay agua potable, la luz se corta hasta 5 veces por día, el alumbrado público es deficiente, una familia fue desvalijada el 5 de marzo cuando se ausentó unas horas, no hay mantenimiento en las cunetas ni en los terrenos que no fueron vendidos, los camiones atmosféricos y de materiales no pueden circular en las calles internas porque no les da el radio de giro. Fueron plantados unos pocos árboles, que son mantenidos por el frentista, si la vivienda ya es permanente.
Reunidos con los vecinos nos comentaron que el dueño del predio y quien lo comercializó es Miguel Campilongo, que han intentado en innumerables oportunidades hablar con él pero que no obtienen respuestas. Así mismo ninguno de los propietarios cuenta con la escritura correspondiente. Desde municipio tampoco obtuvieron soluciones aunque ya se cobran los impuestos de alumbrado, barrido y limpieza.
Cansados de esta situación se acercaron a los medios de comunicación para visibilizar lo que ocurre, necesitan respuestas, el lugar lo eligieron y eligen para su hogar, pero exigen que se cumpla con los servicios básicos.