Los contadores de calorías son una parte importante de la industria del fitness, ya que la mayoría de las personas que realizan actividad física quieren saber cuál fue el beneficio tras una sesión extenuante de ejercicios. Por eso, cada vez aparecen más y más gadgets para conocer de manera inmediata cuánta energía se quemó.
Los medidores primero llegaron a las máquinas de los gimnasios, pero un estudio de la Universidad de Michigan demostró que no son para nada precisos. Ahora, llegó el momento de los wearables -ropa inteligente-, ¿son sus estadísticas confiables?
Un trabajo realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud y Nutrición de Japón investigó el nivel de exactitud que tienen los 12 dispositivos portátiles más populares: Fitbit Flex, Jawbone UP24, Garmin Vivofit, Withings Pulse O2, ActiGraph GT3X, Suzuken Lifecorder EX, Panasonic Actimaker, Epson Pulsense, Tanita AM-160, Misfit Shine, Omron Active Style Pro y Omron CaloriScan.
Algunos de los wearables eran pulseras, otros se ajustan a la cintura y algunos se llevan en el bolsillo, pero todos buscan cumplir la misma función: medir la cantidad e intensidad de ejercicio diarios que se realiza y a partir de allí, mediante un algoritmo, generar una estadística de cuántas calorías se dejaron en el camino.
Para que no haya errores de cálculo, los 19 voluntarios llevaron puestos los 12 gadgets al mismo tiempo. O sea, 6 brazaletes, cuatro en la cintura y dos de bolsillo.
La primera parte del experimento consistió en que las personas pasaran 24 horas en una cámara metabólica, siguiendo un protocolo que incluyó tres comidas, trabajo de escritorio, mirar televisión, tareas hogareñas, caminar en una cinta y dormir, mientras los científicos monitoreaban el gasto calórico.
En promedio, quemaron unas 2.093 calorías, aunque no todos los gadgets fueron exactos. De hecho, a veces las diferencias fueron más que significativas. Por ejemplo, Jawbone y Garmin estuvieron alrededor de 200 calorías por abajo, mientras Fitbit y Misfit unas 200 por arriba.
Durante la segunda fase, los voluntarios tomaron “agua doblemente marcada”, en la que el hidrógeno y el oxígeno fueron modificados para generar isótopos que puedan ser rastreables en la orina.
Por 15 días, las personas regresaron a sus rutinas, eso sí con los 12 gadgets midiéndolos todo el tiempo, salvo en casos extremos como cuando se bañaban, debían cargar la batería de alguno. En total, gastaron en promedio unas 2.314 calorías por día.
Los resultados -publicados en la prestigiosa Jama Archives of Internal Medicine- fueron similares a los de la primera. Mientras Jawbone y Garmin, por ejemplo, produjeron valores más bajos que los de la realidad, y Fitbit y Misfit, más altos. Aunque, todos estuvieron por debajo del verdadero número. Los investigadores explicaron que esto se debió a que la segunda fase se produjo durante un periodo largo, con más momentos “ciegos” -cargar baterías, etcétera-.
“Los hallazgos presentados sugieren que los dispositivos no producen una medida válida del gasto total de energía”, explicó Kawakami Murakami, líder de la investigación.
Sin embargo, los científicos aseguraron que si bien no son exactos, pueden ser utilizados para comparar si se quemo más calorías que el día anterior.